¿Cuáles son los tipos de árboles que existen?

¿Qué es un árbol?

Antes de adentrarnos de lleno a explicar cuáles son los tipos de árboles que existen en la actualidad, no está de más que detallemos lo que es exactamente esta vegetación.

Un árbol es una planta de tallo leñoso.

De su tallo se desarrollan las numerosas ramas. Para que sea considerado un árbol, su altura debe superar, en la madurez, un límite de altura. Según el tipo, habrá casos en los que tiene que medir más de 2 metros y otros en los que debe ser mayor y superar por ejemplo los 6.

Un árbol está formado por cuatro partes, a saber:

• Raíces: se encargan de fijarlo al suelo. Normalmente tiene una principal de la que salen las secundarias. Las raíces aéreas son la excepción, pues sólo hay alguna especie que las desarrolla.
• Tronco: sostiene la copa y presenta una capa exterior denominada corteza que es la que tiene como objetivo proteger la savia del árbol. El espesor y el color de la misma varía de una especie a otra.
• Ramas: crecen por encima del suelo a una cierta altura, por lo que siempre dejan una parte del tronco sin cubrir. Junto a las hojas, son las encargadas de dar forma a la copa del árbol, y de nuevo, según la variedad que sea, será de una forma u otra.
• Hojas: realizan la fotosíntesis. Pueden tener forma de aguja, escama, estar divididas o ser simples e indivisas.

Los árboles forman parte de nuestro ecosistema y sirven de refugio para muchos animales y otros microorganismos. Asimismo, son los encargados de reducir el dióxido de carbono de la atmósfera y de producir el oxígeno que necesitamos para sobrevivir.

Por tanto, no es de extrañar que protegerlos y conservarlos debería ser algo fundamental, un hecho que parece que no estamos cumpliendo.

¿Cuáles son los tipos de árboles que se pueden encontrar en la naturaleza?

Las especies arbóreas son muchas y muy variadas. En la actualidad existen cientos y cientos de árboles, todos ellos con características que pueden ser comunes o distintas.

Enumerarlos todos sería una misión imposible, por ello, existe una clasificación que recoge los tipos de árboles que nos podemos encontrar de forma natural.

A continuación, detallaremos las singularidades de cada uno de los tipos y mencionaremos alguno de los árboles recogidos bajo esa organización.

Los árboles de hoja caduca

Los árboles caducifolios son los que se caracterizan por presentar un follaje caduco. Cuando llega el periodo frío, estas especies empiezan a perder sus hojas.

Primero se secan y luego se caen.

Este hecho hace que su follaje esté constantemente renovándose. Otra característica a tener en cuenta, es que las hojas suelen ser más grandes y amplias que otro tipo de árboles.

La razón por la que estos árboles se desprenden de su follaje no es otra que la de la autopreservación. Cuando las hojas se caen, desaparece la necesidad de absorber nutrientes y luz.

En la época fría, estas especies entran en un estado latente.

Los árboles caducos presentan una gran variedad de colores que se pueden observar en el momento que van a perder su follaje. Su interés ornamental reside en esto.

Árboles caducifolios

Algunos árboles caducos son los siguientes:

• Ginkgo biloba: conocido comúnmente como “árbol de los abanicos”. Es una especie de crecimiento lento, dioica, con forma piramidal cuando es masculino y más ancha cuanto es femenino. Destaca por sus hojas que, aparte de ser caducas, se asemejan a los abanicos.
• Lagerstroemia indica: árbol que suele presentar diferentes tallos, de tamaño pequeño (entorno a los 8 metros) y con un tronco de corteza lisa y color pardo. Crece retorcido, sus hojas son de color verde oscuro y se secan en la época de frío. Goza de un gran atractivo ornamental durante todo el año gracias a sus flores y a su corteza.
• Castanea sativa: el castaño es un árbol de aproximadamente 30 metros, de tronco derecho, corto y grueso. Sus hojas son serradas y sus flores son masculinas. Destaca por su producción de frutos, las castañas.

Los árboles con follaje perenne

Los árboles de hojas perennes son los que presenta un follaje siempre verde o, dicho de otro modo, durante la época más fría, sus hojas no se secan. Por el contrario, estos árboles renuevan su follaje de forma paulatina durante muchos años.

A medida que unas caen, otras crecen en su lugar.

Son las especies perfectas para mantener un jardín siempre verde, para ocultar con su follaje alguna zona y para crear sombras incluso en invierno. Su popularidad en la ornamentación no es una mera casualidad.

Existen dos tipos de árboles perennes, los de hoja ancha (casi todas las especies tropicales lo son) y los de hoja alargada y estrecha (son capaces de soportan climas extremos).

Especies perennifolias

Algunos árboles perennes son:

• Quercus ilex: encina originaria de la región mediterránea. Árbol resistente, de hasta 30 metros de altura (en condiciones excepcionales), con una copa amplia y con un tronco de color gris. Destaca por su follaje perennifolio y su producción de frutos.
• Magnolia grandiflora: el magnolio es un árbol piramidal, ramificado y de enorme belleza ornamental. Sus hojas son perennes, alternas y coriáceas. Florece a finales de primavera y a principios de verano.
• Arbutus unedo: el madroño es un arbusto que puede llegar a tener porte arbóreo cuando se dan las condiciones de cultivo óptimas. Sus hojas son elípticas, semejantes al laurel y de color verde oscuro. Florece en otoño y las flores están recogidas en ramilletes.

Las coníferas

Las coníferas se podrían incluir en la categoría de perennes, pero como su estructura reproductiva es muy diferente, es habitual considerarlas otro tipo de árboles.

Estas especies presentan un crecimiento cónico, es decir, cuando se desarrollan, lo hacen en forma de triángulo. Su estructura podría recordarnos a una piña.

Son resistentes a diversos climas y condiciones de cultivo.

Su follaje se renueva paulatinamente. Sus hojas pueden ser lineales, aciculares o con forma de punzón. Por norma general, son de color verde oscuro.

Las coníferas presentan un gran interés ornamental y tienen diversos usos. Destaca por ejemplo el empleo de su madera para crear papel y para la construcción.

Algunas especies consideradas coníferas

Las coníferas, a su vez, se pueden distinguir en varias familias: las pináceas, las araucariáceas, las sciadopitiáceas, las podocarpáceas, las cupresáceas, cephalotaxáceas y las texáceas.

Algunos ejemplos de coníferas son:

• Abies pinsapo: abeto de la familia pinaceae que alcanza los 30 metros de altura. Presenta un porte elegante y piramidal. Sus hojas son gruesas, punzantes y rígidas. Produce piñas grandes y cilíndricas.
• Taxus baccata: árbol con copa piramidal amplia, ramas horizontales cortantes y desarrollo subordinado. Sus hojas se parecen a una punta de lanza, son delgadas y de color verde oscuro. Es muy tóxico.
• Cedrus atlantica: conífera pinácea originaria de las montañas del Atlas. Árbol longevo, de gran tamaño y con ramas que forman pisos. Su copa es más o menos cónica, su tronco es recto y tiene una corteza lisa. Sus hojas son acículas de color verde azulado blanquecino.